5 consejos para cuando tu hijo no quiere comer
Los hábitos de vida saludable se adquieren desde la infancia. Por eso, es importante que los niños aprendan a comer de forma equilibrada y saludable desde pequeños. Pero a veces los niños no quieren comer algún alimento, o surgen situaciones en las que no todo es tan fácil. Te damos consejos para que la hora de las comidas sea un momento agradable donde disfrutar de los alimentos en familia.
Mi hijo no come ¿qué hago?

Hay niños que comen de todo, y otros que son más quisquillosos. Algunos tienen siempre apetito, y otros pueden pasar horas y horas con un plátano y un vaso de leche. ¿Acaso los adultos tenemos el mismo apetito siempre?
Más allá de los gustos de cada uno, a veces hay épocas en las que el niño no quiere comer. Te damos algunos consejos que pueden ayudarte a que las comidas sean más fáciles y divertidas para todos.
Consejos de alimentación para niños

Respetar el apetito de tu hijo y su ritmo
Puede que pienses que tu hijo no come lo suficiente y que, en cambio, la cantidad sea adecuada para su apetito y necesidades. Asegúrate de darle una comida saludable, en la que haya variedad y vaya conociendo todos los grupos de alimentos. Verduras y hortalizas, legumbres, cereales, frutos secos y alimentos saludables de origen animal. Puedes guiarte con el método del Plato saludable, que también se aplica a los niños.
También debes tener en cuenta los horarios de las distintas comidas del día. Si merienda algo ligero, a la hora de la cena tendrá hambre. Si, en cambio, merienda muy tarde o alimentos muy energéticos, el momento de la cena será más problemático.
No forzar a que coma y tener paciencia
Algunos bebés y niños pequeños se niegan a probar alimentos nuevos. A otros niños, en cambio, les puede la curiosidad y quieren probarlo todo. Si no es el caso de tu hijo o hija, lo mejor es tener mucha paciencia. No insistas ni le fuerces a comer algo desconocido si se opone con fuerza. Simplemente ofréceselo sin darle más importancia, animando a que lo pruebe junto a otras cosas, en varias ocasiones y con distintas presentaciones. Puede que hasta la sexta vez que lo tenga delante no lo pruebe. ¡No pasa nada!
Presentar la comida de manera atractiva
La comida también entra por los ojos. Presentar los platos de forma apetecible es clave. Es una buena idea combinar distintos colores y texturas en el plato para que sea vistoso. También puedes optar por hacer dibujos y formas. Las verduras son unas grandes aliadas para decorar los platos. Sus colores y versatilidad te permiten hacer diseños que no pasarán desapercibidos.
Enseñar a comer con el ejemplo
Nada es más efectivo que enseñar con el ejemplo. Si el niño ve cómo sus padres y otras personas de referencia comen de forma saludable, él también lo hará. Probará más alimentos y se familiarizará con ellos. Si, en cambio, ve que los adultos no comen fruta, verduras o pescado, o que lo comen a regañadientes, asumirá que estos alimentos no son atractivos y reaccionará negativamente cuando estén en su plato.
No parece muy realista exigir que los niños hagan lo que nosotros no somos capaces de hacer. Aplicado a la alimentación, vendría a ser como querer que el niño meriende una fruta, a la vez que nosotros comemos un trozo de pizza. Comer de forma saludable debe ser la norma. Pero, cuando hay niños en la familia, vale la pena hacer un esfuerzo extra. No solo te cuidas tú, sino que también les regalas salud y buenos hábitos a tus hijos.
Come lo mismo que tus hijos
En los primeros años, una vez han empezado a comer sólido, suele pasar algo curioso. A veces, no quieren comer lo que se les pone en su plato y rechazan la comida. En cambio, cuando tú empiezas a comer, piden su ración con insistencia. Eso sí ¡de tu plato! Ver que tú estás comiendo les provoca curiosidad y ganas de probar. Por eso, si estás pasando por algo parecido, asegúrate de que coméis en familia y no a tiempos separados.
Cocinar con niños
Nada es más emocionante que ayudar a preparar lo que se va a comer. Y, si se trata de hacerlo junto a papá o mamá ¡es un plan 10! Involucra a tus hijos en las tareas de la cocina, desde ir a hacer la compra hasta guardar los alimentos que se van a cocinar. Dales una pequeña tarea adecuada para su edad. Se sentirán útiles y motivados. Con toda probabilidad, estarán más dispuestos a probar una receta en la que han participado.
Estas son algunas actividades de cocina para niños pequeños que pueden hacer de forma segura, según la edad:
  • Lavar las frutas en un cuenco.
  • Mezclar una masa, una ensalada, o distintos ingredientes en un bol.
  • Untar queso cremoso o patés vegetales en unas tostadas. La receta de salsas y untables puede ser una buena opción.
  • Partir a trocitos, con un cuchillo para niños, alimentos blandos como verduras, frutas, pan, queso…
  • Hacer “montaditos”, poniendo los alimentos en capas encima del pan.
  • Espolvorear los platos con frutos secos molidos, queso rallado, hierbas aromáticas…
  • Ayudar a pasar las masas de un cuenco a un molde. Por ejemplo, para hacer una quiche de verduras.
Algunas recetas que podéis hacer juntos son la tosta dulce con manzana y yogur o el enrollado con pavo, queso crema y manzana. Pero seguro que se os ocurren muchas más. ¡Imaginación al poder!
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